En la Plaza de San Pedro miles de personas esperaban que Francisco se asomase para rezar el Ángelus en el primer Domingo de la Palabra de Dios. Los jóvenes de Acción Católica de Italia se hicieron notar.
Durante su discurso, el Papa reflexionó sobre los inicios de la predicación de Jesús.
FRANCISCO
Con la venida de Jesús, luz del mundo, Dios Padre ha mostrado a la humanidad su cercanía y amistad. Estas son donadas gratuitamente más allá de nuestros méritos. Pero nuestra adhesión al Señor no puede reducirse a un esfuerzo personal, no. Creer esto también sería un pecado de soberbia.
Francisco pidió a los católicos que recuerden la tragedia del Holocausto en el 75 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz.
FRANCISCO
Ante esta gran tragedia, esta atrocidad, no es admisible la indiferencia y es un deber recordarla. Mañana estamos todos invitados a tener un momento de oración y recogimiento, para que cada uno diga en su corazón: Nunca más, nunca más.
El Papa también rezó por las víctimas del coronavirus que brotó en China y amenaza con expandirse al resto del mundo.
FRANCISCO
Deseo también expresar mi cercanía y rezar por las personas enfermas a causa del virus que se ha difundido en China. El Señor acoja a los difuntos en Su paz, conforte a las familias y sostenga el gran compromiso de la comunidad china, ya puesto en práctica, para combatir la epidemia.
Al terminar el Papa saludó con afecto a los miembros de Acción Católica. Un representante del grupo habló desde la ventana de los apartamentos pontificios, junto al Papa antes de liberar varios globos en señal de paz.
Claudia Torres
Traducción: Javier Romero