El Papa Francisco presidió la conclusión de la semana de oración por la unidad de los cristianos en la basílica de San Pablo Extramuros. Este año estuvo guiada por el lema “Nos trataron con amabilidad”, en memoria de la hospitalidad brindada a Pablo en Malta.
Le acompañaron representantes de varias confesiones cristianas.
Además, durante la ceremonia estuvieron presentes los restos de san Timoteo, Quien además de acompañar a san Pablo en sus viajes es el destinatario de dos cartas del Nuevo Testamento.
Tras el rezo de las vísperas, el Papa recordó que “la prioridad de Dios es la salvación de todos”.
FRANCISCO
Como en la historia del naufragio de Pablo, a menudo son los más débiles los que llevan el mensaje de salvación más importante. Porque a Dios le gusta así: Salvarnos no con la fuerza del mundo, sino con la debilidad de la cruz. Por eso, como discípulos de Jesús, debemos tener cuidado de no ser atraídos por lógicas mundanas, sino más bien escuchar a los pequeños y a los pobres.
Durante su homilía, Francisco exhortó a aprender a ser más hospitalarios entre los católicos, pero también entre aquellos de diferentes confesiones cristianas.
Daniel Díaz Vizzi