La persecución contra los cristianos crece en intensidad y en extensión. Así lo revela el último informe de la ONG Open Doors que cada año documenta casos alrededor del mundo. Estiman que un cristiano de cada 8 sufre persecución.
CRISTIAN NANI
Director de Open Doors
“Son 310 millones de cristianos en el mundo los que sufren distintas formas de persecución a causa de su fe”. “Hoy hay 73 países donde los cristianos experimentan una forma de persecución que definimos como “alta””.
Desde 2012 Corea del Norte figura el primero en el ránkin como el agujero negro de la libertad religiosa, donde la simple posesión de una Biblia acarrea una condena a trabajos forzados o el confinamiento en campos de concentración. En esta lista entra Burkina Faso como consecuencia de la creciente violencia que sufre el Sahel donde se estima que solo en 2019 más de 250 civiles han sido asesinados en 20 ataques de AlQaeda, muchos de ellos perpetrados contra lugares de culto repletos de feligreses.
Cristianos de todas las denominaciones sufren este nivel de persecución extrema en 11 países del mundo. Es el ecumenismo de la sangre del que habla el Papa Francisco.
CRISTIAN NANI
Director de Open Doors
“El perseguidor no hace ninguna distinción. Por eso mismo, nosotros en nuestro análisis establecimos una definición de persecución que sirviera para conocer los números reales. Esta definición se basa en un sencillo concepto: ¿que te identifiques con Cristo es causa de persecución?”
Los responsables de la ONG presentaron estos datos durante este encuentro en la Cámara de los Diputados italiana.
Pero más allá de los números, que resultan escalofriantes, están las personas. Por eso, el reverendo Moushi viajó desde Siria, para denunciar que una de las consecuencias de la guerra es el recrudecimiento de la persecución contra los cristianos.
Procede de Qamishli, ciudad en la frontera turca donde muchos cristianos han padecido la violencia por el mero hecho de serlo. Él fue secuestrado para ser juzgado por un delito muy concreto.
REV. GEORGE MOUSHI
Pastor en Qamishli, Siria
“Doy las gracias a Dios porque me liberaron pronto. El crimen del que me acusaban era de estar construyendo un nuevo edificio para la iglesia sin la autorización para hacerlo”. “Pese a todo, he tomado la decisión de quedarme en Siria porque Dios me ha llamado a quedarme en Siria”. “Puedo hablar claramente de persecución contra los cristianos porque los bombardeos y los combates tenían como escenario los barrios de mayoría cristiana. Los objetivos eran sus casas y sus negocios”.
Siria continua un año más dentro de los países en los que los cristianos sufren una persecución extrema que está provocando su progresiva desaparición.
El informe de Open Doors recoge cifras alarmantes como que en 2019 2.983 cristianos fueron asesinados a causa de su fe, es decir, 8 cada día; o que 9.488 iglesias sufrieron ataques, una media de 26 cada 24 horas.
Ángeles Conde