Francisco mantuvo un encuentro con los miembros del centro Simon Wiesenthal, una institución que recopila información sobre las víctimas del Holocausto y documenta agresiones antisemitas.
Precisamente uno de sus fundadores, el Rabino Marvin Hier, detalló al Papa algunas de las agresiones más terribles contra judíos de los últimos tiempos. Por eso, hizo a Francisco esta petición.
“Santidad. Hemos venido para pedirle ayuda, como líder del mundo cristiano, para que colabore con nosotros a enfrentar esta degradación de la Humanidad”.
El Papa recordó que en este 2020 se cumplen 75 años de la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, una fecha que invita a detenerse y pensar.
FRANCISCO
“Si perdemos nuestra memoria, destruimos el futuro. El aniversario de la crueldad indescriptible que la humanidad descubrió hace setenta y cinco años es un llamamiento para detenernos, guardar silencio y hacer memoria. Lo necesitamos para no volvernos indiferentes”.
Francisco aseguró que esta creciente indiferencia egoísta propicia el nacimiento de los populismos y del odio. Pidió combatir esta tendencia desde la raíz.
FRANCISCO
“Así se prepara el terreno fértil para los particularismos y populismos que vemos a nuestro alrededor. En este terreno crece rápido el odio. El odio. Sembrar el odio. Todavía recientemente hemos asistido al aumento bárbaro del antisemitismo. No me canso de condenar firmemente cualquier forma de antisemitismo. Para abordar el problema raíz, hemos de comprometernos a trabajar el terreno en el que crece el odio sembrando la paz”.
Por último, el Papa invitó a que judíos y cristianos construyan fraternidad a través de la atención a las víctimas de cualquier discriminación y a través del cuidado de los descartados y marginados de la sociedad.
Ángeles Conde.