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Para muchos peregrinos es una parada obligatoria la “Librería Benedicto XVI”, justo delante de la basílica de San Pedro.
Es la sede de la editorial vaticana, mejor conocida como LEV o “Libreria Editrice Vaticana”. Trabaja para los papas desde el año 1587.
Más de 400 años y 5.700 publicaciones después, su actual director editorial explica las motivaciones originales de esta actividad.
H. GIULIO CESAREO
Director Editorial, LEV
“Los papas decidieron tener una tipografía aquí en el Vaticano para imprimir los textos de la Santa Sede. También tenía un propósito pastoral, como parte de la Contra-Reforma Protestante, para imprimir los nuevos textos litúrgicos y canónicos de la Iglesia”.
Durante el pontificado de Sixto V, aumentó su actividad a medida que la imprenta se expandía por el mundo. Proporcionó al Vaticano una voz escrita en varios idiomas y una influencia que perduró a través de los siglos.
Es un trabajo mucho más delicado de lo que parece. En los años 60 del siglo XX, tuvo un papel importante en la elaboración de la encíclica “Humanae Vitae” de Pablo VI.
A la tipografía llegó una primera versión autorizada por el Papa titulada “De nascendi prolis”, sobre la concepción de la vida humana. Cuando los oficiales del Vaticano comenzaron a preparar las traducciones del latín a lenguas modernas, notaron un problema.
H. GIULIO CESAREO
Director Editorial, LEV
“Cuando comenzaron a traducirla, estas personas, que años después ocuparon altos cargos en el Vaticano, dijeron que no era oportuno publicar esa versión de la encíclica. Se lo dijeron al Papa y Pablo VI también pensó que debía ser revisada. Desechó el texto original e hizo una nueva encíclica, la famosa 'Humanae Vitae'”.
No se trataba de errores de contenido, sino del tono del texto. En aquel entonces, también el arzobispo Karol Wojtyla se involucró con las revisiones para que todos pudieran entender el mensaje.
Otras veces, la confusión nace simplemente por no leer el texto. Ocurrió con este volumen de la Pontificia Comisión Bíblica, “¿Qué es el hombre y la mujer?”. El libro explica la respuesta de la Biblia a cuestiones controvertidas, incluida la homosexualidad.
H. GIULIO CESAREO
Director Editorial, LEV
“Cuando se publicó, un periodista lo interpretó como que la Biblia acepta las parejas homosexuales. No es lo que dice el libro. Incluso tuvo que intervenir Giacomo Morandi, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe”.
El hermano Giulio Cesareo aconseja que cuando surjan dudas sobre un texto, se busquen respuestas en instituciones del propio país, como parroquias o escuelas, pero no apelando directamente a la autoridad del Papa.
De hecho, la editorial vaticana dice que una vez publicados los textos magisteriales no pueden cambiarlos, aunque hayan generado una polémica en la prensa.
H. GIULIO CESAREO
Director Editorial, LEV
“Nosotros nos ocupamos de mejorar la redacción, el diseño gráfico, la portada, la colección... Corregir erratas, mejorar la forma y la puntuación... Pero cuando se trata de textos magisteriales del Papa no tenemos ninguna competencia en el contenido”.
Aparte de textos papales, un tercio de sus libros son escritos por teólogos y colaboradores. Otra parte la hacen ellos mismos, por ejemplo series para los tiempos litúrgicos, como reflexiones diarias del Papa para el Adviento, la Cuaresma o el mes de mayo.
La Editorial Vaticana es muy activa. Cuenta con dos librerías en la plaza de San Pedro, donde turistas y peregrinos pueden comprar un pedazo de la Santa Sede que llevarse a casa en forma de libro: ya sea un texto magisterial o un libro religioso.
Melissa Butz
