Obispos estadounidenses de los estados del sur se reunieron en Roma con Francisco para la visita “ad limina”. Tuvieron la oportunidad de compartir preocupaciones e ideas con el Papa. Uno de los participantes fue Richard Stika, obispo de Knoxville, Tennessee, que ayudó a romper el hielo con su sentido del humor.
MONS. RICHARD STIKA
Obispo de Knoxville (EE.UU.)
“Incluso le pedí a Francisco su número de celular para llamarle cuando esté confundido, pero no me lo dio”.
Monseñor Stika se sorprendió mucho por el mensaje de la unidad de la Iglesia en todos los países del mundo.
MONS. RICHARD STIKA
Obispo de Knoxville (EE.UU.)
“Creo que el reto de la Santa Sede es trabajar con todas las culturas y lenguas del mundo, y comprender a la persona y el entorno que le rodea”.
Pertenece a la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro, institución que apoya a los cristianos de Tierra Santa, cuna del cristianismo.
MONS. RICHARD STIKA
Obispo de Knoxville (EE.UU.)
“A medida que la comunidad cristiana disminuye en tamaño, se enfrenta a nuevos desafíos como el empleo, la vivienda o la libertad de movimiento. La asociación trabaja especialmente con cristianos palestinos que están aislados del resto de Belén por un muro que los separa”.
El obispo ha visitado Tierra Santa en tres ocasiones. Su preocupación por los cristianos en Tierra Santa y su compromiso con su diócesis de Estados Unidos son un testimonio de la unidad de la Iglesia.
Monseñor Stika dijo que, a pesar de la seriedad de los temas tratados, la atmósfera del encuentro con Francisco era relajada y familiar. Regresa a Knoxville con derecho a presumir de que el Papa le felicitó por su sentido del humor.
Claudia Torres
Traducción: Carlos Colomer