El Sahel está cerca de convertirse en un territorio sin ley. Según la ONU, en los últimos meses, la región está siendo víctima de una violencia inusitada. Malí, Níger y Burkina Faso son los países más afectados por esta situación.
DAVID BEASLEY
Programa Mundial de Alimentos
“Mientras hablamos, millones de personas pasan hambre en el Sahel, cientos de miles se han visto desplazadas y miles están siendo asesinadas por extremismo y la violencia. Solo en Burkina Faso el número de los desplazados ha crecido un 500% y un tercio del país es ahora una zona de guerra. Es una catástrofe. Tenemos que actuar y actuar ya”.
La inseguridad en Burkina Faso es alarmante. Prácticamente a diario en alguna zona del país se produce al menos un ataque contra la población inerme o las fuerzas de seguridad. La cifra de desplazados internos supera el medio millón de personas. Muchos de estos miles tuvieron que huir con lo puesto. Por eso, la emergencia también es alimentaria.
ACNUR alerta de que los conflictos entre comunidades y el yihadismo son los responsables de esta tragedia humanitaria.
P. ROGER KOGOLO
Sacerdote diócesis de Dori, Burkina Faso
“Desde principios de año han sido asesinados decenas de cristianos por razón de su fe. Muchos otros han abandonado sus pueblos y comunidades. Hoy muchas personas desplazadas en el interior del país. Es una situación muy difícil para las diócesis afectadas y para las personas que han abandonado todo a causa de su fe o por su pertenencia étnica”.
“Los afectados no son solo los cristianos, pero es cierto las comunidades cristianas se han convertido en un claro objetivo”.
El padre Roger pertenece a la diócesis de Dori, en el norte del país. Es una de las regiones más duramente castigadas por la violencia descontrolada de la que son responsables milicias yihadistas llegadas desde Níger y Malí.
Se cree que alguno de estos grupos es el artífice del secuestro del sacerdote Joel Yougbare, amigo del padre Roger.
P. ROGER KOGOLO
Sacerdote diócesis de Dori, Burkina Faso
“No sabemos quién se lo ha llevado. Es prácticamente un hecho que han sido terroristas, de qué grupo o qué quieren... no ha habido más noticias desde el 17 de marzo de 2019”.
“Rezamos mucho y todo el país está unido en oración a la diócesis de Dori para que pueda ser liberado. Los sacerdotes no tenemos libertad de movimientos. Tenemos que tomar fuertes medidas de seguridad. No podemos dejar la parroquia, no podemos desplazarnos a ciertas regiones y tenemos que seguir unas normas de seguridad estrictas para proteger nuestra vida”.
Fue en este encuentro organizado por Ayuda a la Iglesia Necesitada donde el padre Roger explicó los detalles de la dramática situación que vive Burkina Faso. El sacerdote invoca la solidaridad de todo el mundo y pide a los cristianos que recen por el destino de su país, inmerso en una crisis humanitaria sin precedentes.
Ángeles Conde
