En su homilía en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco habló sobre el Espíritu Santo. Dijo que es la garantía para los cristianos de permanecer en la presencia de Dios.
El Papa dijo qué impresión le produjo un video de un grupo de personas que celebraban la llegada del 2020.
FRANCISCO
“Festejaban el primer día del año con una terrible mundanidad, derrochando dinero y muchas cosas. El espíritu del mundo. ¿Esto es pecado? No querido: esta es corrupción, peor que el pecado.”
Francisco explicó cómo el pecado se puede perdonar pero que la corrupción hace que ni se distinga el bien del mal. Por eso dijo que es importante dejarse conducir a Dios por el Espíritu Santo.
RESUMEN DE LA HOMILÍA DEL PAPA
(Fuente: Vatican News)
Festejaban el primer día del año con una terrible mundanidad, derrochando dinero y tantas cosas. El espíritu del mundo. '¿Esto es pecado?' - 'No querido: esta es corrupción, peor que el pecado'. El Espíritu Santo te lleva a Dios, y si pecas, el Espíritu Santo te protege y te ayuda a levantarte, pero el espíritu del mundo te lleva a la corrupción, hasta el punto de que no sabes lo que es bueno y lo que es malo: todo es lo mismo, todo es igual.
El apóstol Juan nos da un consejo: 'Amados, no crean a todo espíritu (es decir, a todo sentimiento, a toda inspiración, a toda idea), sino prueben los espíritus para ver si son de Dios (o del mundo)'. Pero, ¿qué es esto de poner a la prueba al Espíritu? Es simplemente esto: cuando sientes algo, tienes ganas de hacer algo, o tienes una idea, un juicio de algo, pregúntate: ¿esto que siento es del Espíritu de Dios o del espíritu del mundo?
Por eso recomiendo, todos los días, que se tomen un tiempo antes de irse a la cama o al mediodía -cuando quieran- [y se pregunten]: ¿qué ha pasado hoy en mi corazón? ¿Qué tenía ganas de hacer, de pensar? ¿Cuál espíritu se ha movido en mi corazón? El Espíritu de Dios, el don de Dios, el Espíritu Santo que me lleva siempre al encuentro con el Señor o el espíritu del mundo que me aleja suave, lentamente del Señor; es un deslizamiento lento, lento, lento.
Melissa Butz
Traducido por Carlos Kestler