Gustavo Masó es un pintor y escultor argentino que ha viajado desde Buenos Aires hasta Roma para entregar dos sorpresas al Papa Francisco.
La primera, este lienzo sobre Jorge Luis Borges. Un retrato para mostrar la persona, y no sólo el personaje.
GUSTAVO MASÓ
Artista
“Tiene que ver con esto, con el pasaje bíblico de construir su propia identidad sobre roca o sobre arena”.
“Pero justamente lo que quiero mostrar es eso, es representar a la persona con su obrar, su desempeño y sus pensamientos en esta vida”.
Asegura que la segunda sorpresa dejó al Papa sin palabras.
Era esta escultura. Se titula “El deseo tangible”. Es un calco de la mano de la hermana del Papa.
GUSTAVO MASÓ
Artista
“Esta pieza lo sorprendió porque ellos no se ven desde su asunción, desde hace varios años, no se vieron más, pero bueno, considero también según puedo percibir en ella y en él, que ellos están vinculados de una manera muy particular”.
Las dos obras se quedan en el Vaticano. El Papa les está buscando un lugar especial.
No será fácil, pues, como dijo al artista, los Museos Vaticanos sólo aceptan obras de artistas fallecidos. Por eso, aún no es su momento.
JMB