En la espectacular Sala Clementina, el Papa se reunió con sus principales colaboradores de la Curia Vaticana para el tradicional discurso de Navidad.
Primero le saludó el cardenal Angelo Sodano, como decano del colegio cardenalicio.
“Santo Padre, ¡Feliz Navidad!”
Luego, el Papa anunció por sorpresa que el cardenal Sodano había renunciado como cardenal decano, y que será elegido uno nuevo.
FRANCISCO
“¡Gracias de corazón, eminencia! Ahora los cardenales obispos elegirán un nuevo decano”.
En su discurso, el Papa reflexionó sobre el espíritu con el que está reformando el modo de trabajar en la Curia Vaticana.
Explicó que el cambio no es sólo modificar el nombre de los cargos, sino algo más profundo.
FRANCISCO
“La actitud, la actitud sana es, más bien, la de dejarse interrogar por los desafíos del tiempo presente y comprenderlos con las virtudes del discernimiento, del coraje y de la paciencia”.
“La humanidad es la clave distintiva para leer la reforma. La humanidad llama, interroga y provoca, es decir, llama a salir y no temer al cambio”.
El Papa pidió una conversión pastoral para responder a los problemas reales de las personas. Por eso, recordó estas palabras del cardenal Carlo Maria Martini.
FRANCISCO
“En la última entrevista concedida pocos días antes de su muerte, pronunció palabras que nos deben hacer pensar: 'La Iglesia se ha quedado doscientos años atrás. ¿Por qué no se sacude? ¿Tenemos miedo? ¿Miedo en lugar de valentía? En cualquier caso, la fe es el fundamento de la Iglesia. La fe, la confianza, la valentía'”.
No se fueron con las manos vacías, el Papa les regaló dos libros de espiritualidad.
Luego, saludó uno a uno a sus colaboradores, para desearles personalmente, feliz Navidad.
JMB-CT