En octubre de 2018, Juan Betancourt fue ordenado obispo en la Catedral de San José para la Arquidiócesis de Hartford, Connecticut (EE.UU.). Dice que su trabajo no ha parado desde que recibió el llamado del nuncio.
JUAN MIGUEL BETANCOURT
Obispo de Hartford
“Pensé que estaba buscando al rector. Me dijo: 'Te llamo porque el Santo Padre y yo pensamos que harías un buen trabajo como obispo auxiliar en Hartford'. Me quedé en silencio. Luego me preguntó: '¿Sabes dónde está eso?' Nos reimos al mismo tiempo. Le dije: 'Sí, arzobispo. Está en Connecticut'”.
Antes enseñaba en el Seminario de Minnesota. Según su experiencia, hoy los seminaristas deciden hacerse sacerdotes por buenos motivos, y no por intereses propios.
JUAN MIGUEL BETANCOURT
Obispo de Hartford
“Vienen porque quieren servir al Señor y al pueblo de Dios. No por algún otro interés. No se trata de egoísmo, orgullo o prestigio. Pero, incluso con esas tentaciones, Dios siempre llama. Un joven con buenas intenciones puede discernir si Dios lo llama al sacerdocio”.
Dice que las tres peticiones del Papa a los nuevos obispos le han dado esperanza y aliento. Pudo escucharlas personalmente cuando vino a Roma en noviembre para una semana de reuniones en el Vaticano.
JUAN MIGUEL BETANCOURT
Obispo de Hartford
“Primero, la cercanía a Dios, en la oración. Luego, la cercanía a los sacerdotes. No se trata de ser un hermano, sino de ser un padre y acompañarlos en su ministerio. Después, la cercanía al pueblo de Dios, a quien servimos. Creo que las he cumplido desde que soy sacerdote. Continúo en el camino correcto como obispo”.
Quiere seguir los consejos del Papa mientras conoce a la comunidad católica de la Diócesis de Hartford, y a los demás obispos de la Conferencia Episcopal de EE.UU.
