El Papa ha llegado muy temprano al gran salón de audiencias del Vaticano y ha bromeado con muchos de los peregrinos que lo esperaban.
Con este grupo, por ejemplo, ha intercambiado su solideo.
En su catequesis, ha propuesto un modo sencillo pero eficaz de preparar la Navidad: hacer el pesebre.
FRANCISCO
El pesebre nos recuerda algo esencial: que Dios no se ha quedado invisible en el cielo, sino que ha venido a la tierra, se ha hecho hombre. Un niño. Hacer el pesebre es celebrar la cercanía de Dios.
Dice que esta tradición enseña una actitud imprescindible para los cristianos: contemplar las cosas importantes de la vida.
FRANCISCO
Cuando hacemos el pesebre es como si abriésemos la puerta y dijéramos: Entra, Jesús. Hacer concreta esta cercanía, esta invitación a Jesús a que venga a nuestra vida. Porque si Él vive en nuestra vida, vuelve a nacer. Y entonces es de verdad Navidad. Feliz Navidad a todos.
Durante cada saludo, el Papa felicitó las Navidades.
Como sorpresa, esta banda del Tirol regaló esta melodía, que arrancó una sonrisa al Papa.
Javier Martínez-Brocal