Francisco mantuvo un encuentro con la Asociación Italiana de Trabajadores Ancianos que cumple 70 años.
Se trata de un organismo que protege sus derechos, organiza actividades de voluntariado y promueve el diálogo generacional para resaltar el valor de la experiencia de las personas ancianas.
El Papa reivindicó precisamente este papel fundamental que juegan los mayores en la sociedad.
FRANCISCO
“Las personas ancianas, a nivel social, no deben ser consideradas como un peso, sino por aquello que son en realidad, es decir, una fuente y una riqueza ¡Son la memoria de un pueblo! Lo demuestra su aportación a las actividades de voluntariado, ocasiones preciosas para vivir la dimensión de la gratuidad”.
Francisco les dio las gracias por su compromiso en los distintos voluntariados que promueve esta asociación y que generan una red de solidaridad, algo muy necesario en unos tiempos en los que la persona ha dejado de estar en el centro.
FRANCISCO
“Por desgracia, tantas veces se descarta a los jóvenes porque no tienen trabajo y se descarta a los ancianos con la excusa de mantener un sistema económico “equilibrado” en cuyo centro no está la persona humana, sino el dinero. Esto no está bien. El futuro, -y esto no es exagerado-, estará en el diálogo entre jóvenes y ancianos. Si los abuelos no dialogan con los nietos, no habrá futuro”.
Porque, según concluyó Francisco, la fuerza de los jóvenes unida a la memoria y la sabiduría de los mayores pueden construir un mundo más justo, más hermoso y más cristiano.
Ángeles Conde