Durante el Ángelus, el Papa reflexionó sobre la alegría y la duda, dos características del Adviento, el período de preparación de la Navidad.
FRANCISCO
La Palabra de Dios nos invita por lado a la alegría y por otro a considerar que la existencia incluye también momentos de duda en los cuales se hace difícil creer. Alegría y duda son experiencias que forman parte de nuestra vida.
El Papa explicó que la Navidad es una llamada a cambiar interiormente. Esto provoca dudas porque exige enfrentarse al pecado que hay dentro de cada uno. Sin embargo, cuando se vence el mal, llega la alegría. Francisco señaló que la Navidad tiene un mensaje concreto.
FRANCISCO
Es necesario purificar cada día nuestra fe. No se trata de prepararse para acoger a un personaje de fábula, sino a Dios que nos interpela, nos involucra y ante el cual debemos decidir.
Francisco mantuvo una antigua tradición romana. Después del Ángelus, bendijo miles de figuras del Niño Jesús que llevaron los niños.
Ahora, cada uno lo guardará con cuidado durante esta semana, y lo pondrá en su pesebre el día de nochebuena.
Javier Romero