El Papa mantuvo un encuentro en la basílica de San Pedro con peregrinos de la eparquía Ucraniana de Mukachevo. Conmemoran los 30 años de libertad ya que durante el comunismo tuvieron que vivir su fe en total clandestinidad.
Por eso, el Papa recordó a los mártires de esta eparquía que fueron asesinados por el hecho de ser cristianos. Francisco evocó el testimonio de uno de ellos, el obispo Teodor Romža, martirizado en 1947.
FRANCISCO
“Un hombre incansable, según el ejemplo de Cristo Buen Pastor, hasta dar su propia vida por las ovejas”.
También elogió a los padres, madres, abuelos y abuelas que mantuvieron la fe en aquellas circunstancias extremas. Tuvieron el valor de conservar y transmitir la fe pese al riesgo que corrían.
FRANCISCO
“Ofrecieron a las generaciones futuras, que vosotros representáis, un elocuente testimonio de una fe firme, una fe viva, una fe católica”.
Las palabras del Papa conmovieron a todos los asistentes que le brindaron un fuerte aplauso y le regalaron esta hermosa estola bizantina con la que Francisco impartió la bendición.