El Papa Francisco se reunió con los seminaristas del Pontificio Seminario Benedicto XV de Bolonia. El centro cumple 100 años de vida.
Francisco les explicó que un sacerdote siempre ha de ser cercano a Dios, a su obipos, a sus hermanos sacerdotes y a las personas.
FRANCISCO
“A ser cercano a Dios en la oración, -lo he dicho-, se comienza en el seminario. Ser cercano al obispo. Siempre cercano al obispo. Sin el obispo la Iglesia no funciona. Sin el obispo el sacerdote puede ser un líder pero no será un sacerdote”.
Les recordó además que el sacerdocio no es una carrera profesional sino una vocación de servicio. El Papa confesó que le duele ver a los sacerdotes divididos.
FRANCISCO
“Es algo que me hace sufrir. Cuando veo a los sacerdotes separados, unos contra los otros, todos amables y después hablan mal los unos de los otros”.
Por último, Francisco pidió a estos seminaristas que nunca se separen de sus raíces y que eviten el clericalismo, porque es un camino que les puede conducir a la corrupción.