Francisco invita a los cristianos a rezar durante este mes de diciembre por aquellos niños y niñas que tienen un futuro incierto, sobre todo, aquellos que sufren por las más distintas causas como el hambre, las guerras o la marginación.
El Papa asegura que “cada niño que sufre es un grito que se eleva a Dios”. Dice además que cada uno de ellos “es Cristo, que vino a nuestro mundo como un niño indefenso”. “Cristo es quien nos está mirando en cada uno de esos niños”, insiste Francisco en este video en el que pide oraciones para que “todos los países decidan tomar medidas necesarias para hacer que el futuro de los niños sea una prioridad, especialmente el futuro de los niños que hoy están sufriendo”.
En el mundo cerca de 250 millones de niños y jóvenes viven en contextos de guerra, una situación que les impide acceder a un futuro mejor.