El Papa Francisco se reunió con miembros del sindicato polaco 'Solidarnosc', que celebran su 40º aniversario.
Fundado en 1980, fue el primer sindicato independiente en un país del bloque soviético. Su trabajo fue decisivo para acabar con el comunismo en Polonia. Juan Pablo II, entonces Papa, fue un gran apoyo.
El Papa Francisco dijo que el movimiento tuvo impactos positivos que trascendieron las fronteras de su país. Elogió su compromiso de promover condiciones de trabajo justas.
FRANCISCO
“La palabra 'solidaridad' está un poco gastada. A veces se interpreta erróneamente. Indica mucho más que cualquier acto de generosidad al azar. Es una sensibilidad a la voz de nuestros hermanos y hermanas privados de su derecho a condiciones de trabajo dignas, a una compensación justa para mantener la familia y a la asistencia sanitaria y al descanso”.
Regalaron al Papa esta escultura de mármol negro con tres cruces y anclas, símbolos cristianos.
Concluyó la audiencia con una bendición, seguida de una foto con todos los asistentes.