En su nuevo documento papal, la carta “Admirabile signum”, el Papa envía tres mensajes clave a los cristianos.
1.- QUE NO SE PIERDA LA TRADICIÓN
El primero es una fuerte invitación a que esta tradición de poner el pesebre “nunca se debilite”. Es más, Francisco confía en que “sea descubierta de nuevo y revitalizada” en los lugares donde hubiera caído en desuso. También es muy favorable a que el pesebre no se limite solo al hogar sino que se coloque en lugares de trabajo, escuelas, plazas, hospitales o incluso cárceles.
2.- EVANGELIZACIÓN
El Papa recuerda el efecto positivo que tuvo el primer pesebre de la historia, el que hizo San Francisco en el siglo XIII. Rememora lo que dicen los cronistas de la época: que tras contemplar el pesebre en la gruta de Greccio la gente regresó a sus casas “colmados de alegría”. De este modo el pontífice subrayó cómo San Francisco hizo “una gran obra de evangelización con la sencillez de aquel signo”.
3.- EL MENSAJE DE LA NAVIDAD
Durante el resto de la carta el Papa reflexiona sobre qué mensajes transmite el pesebre a cada cristiano en particular. Ofrece una pequeña meditación sobre algunas escenas clave de la Navidad. Por ejemplo, para decir que cada cristiano está llamado a predicar el Evangelio recuerda la llegada de los magos o de los pastores.
Francisco muestra cómo es bueno contemplar el pesebre para entender mejor el estilo de Dios, un estilo que, dice, “aturde, porque parece imposible que Él renuncie a su gloria para hacerse hombre”.
Javier Romero