Cientos de personas esperaban al Papa en la puerta del centro de Cáritas de Roma.
Al llegar, Francisco se detuvo a saludar a esta señora.
Luego entró a rezar unos instantes en la capilla.
Visitó las zonas más importantes de la 'Ciudadela de la Caridad', el centro de Cáritas que ayuda a personas de pocos recursos en Roma, se detuvo en esta sala en la que varias personas aprovecharon la oportunidad para tomarse 'selfies' con el Papa.
FRANCISCO
'Gracias a todos por este recibimiento. Estoy contento de estar aquí. Muchas gracias. Continúen a estar juntos ayudándose el uno al otro. Esto hace bien al corazón, cuando el corazón se paraliza no hay vita. El corazón de la amistad siempre debe estar en movimiento, para que vaya vida”.
Al salir a otro sector del complejo, una misionera le entregó unas cartas de 2 niñas.
Después se reunió con voluntarios de Cáritas. En el Aula del encuentro lo recibieron unos niños con este regalo, una copia de un evangelio de san Juan, escrito en etíope antiguo.
Tras escuchar los relatos de los voluntarios, el Papa bromeó y dijo...
“Ahora me toca a mí”.
Francisco se mostró conmovido con el trabajo que realizan en este lugar e improvisó este mensaje.
FRANCISCO
'La vulnerabilidad nos une a todos. Todos somos vulnerables y para trabajar en Cáritas se debe conocer esta palabra, reconocerla en el corazón. Venir a pedir ayuda es decir 'soy vulnerable' y se ofrece ayuda, se hace el bien solo si es a través de la propia vulnerabilidad”.
Puso el ejemplo de Jesús que se hizo vulnerable, al punto de no tener lugar en donde nacer y sufrir persecuciones, escapar a otro país y sufrir la pobreza.
Además, como es el 40 aniversario de Cáritas les pidió que incluyan una palabra clave a su modo de ayudar.
FRANCISCO
“Locura, esta es la palabra que les quisiera decir. Locura de amor, locura de ayudar, locura por compartir la propia vulnerabilidad con los más vulnerables”.
A pesar del frio de la temporada, se trató de un caluroso encuentro en el que Francisco mostró siempre una gran sonrisa. Incluso se tomó el tiempo de despedirse de quienes estaban en primera fila.
Daniel Díaz Vizzi