El miércoles por la mañana Francisco no faltó a su cita con los peregrinos a pesar de las 13 horas y media de vuelo que llevaba sobre las espaldas y sus casi 83 años.
El martes por la tarde había llegado a Roma proveniente de Asia, donde visitó Tailandia y Japón. El viaje en total duró una semana.
Con la voz un poco ronca recordó que en Tailandia promovió el diálogo interreligioso con el budismo y la lucha contra la trata de personas que favorece el turismo sexual.
FRANCISCO
Promoví el compromiso por la armonía entre las distintas partes de la nación, que el desarrollo económico sea en beneficio de todos y que se curen las llagas de la explotación, especialmente de mujeres y niños.
Sobre el viaje a Japón el Papa recordó su llamamiento a poner fin al uso de las armas nucleares. En Hiroshima y Nagasaki saludó a supervivientes de la tragedia.
FRANCISCO
Para proteger la vida es necesario amarla y hoy la grave amenaza en los países desarrollados, es la pérdida de sentido de la vida.
Antes de terminar Francisco pidió rezar por las víctimas del terrible terremoto que azotó Albania y que dejó centenares de heridos y decenas de muertos. El Papa recordó que ese país fue el primero de Europa que quiso visitar.
FRANCISCO
Estoy cerca de las víctimas, rezo por los fallecidos, por los heridos, por las familias. Que el Señor bendiga a este pueblo que tanto quiero.
También dijo que ahora que empieza el Adviento enviará una carta a todos los creyentes sobre el significado del pesebre. De hecho, anunció que visitará Greccio, el pueblo donde San Francisco de Asís inventó la tradición de hacer el pesebre.
Javier Romero
