Así esperaban al Papa en el hospital Saint Louis de Bangkok, hasta donde fue para visitar a médicos y a pacientes.
El centro fue fundado hace 120 años por el entonces arzobispo de Bangkok.
Le recibieron con aplausos, banderas, canciones, y por supuesto, flores.
Uno de los protagonistas fue este niño vestido de Papa.
El Papa saludó a algunos enfermos, y a quienes los cuidaban en primera fila.
“Bienvenido, Santo Padre”.
Luego, el Papa entró dentro del hospital para conocer a los médicos y enfermeras y visitar a algunos enfermos.
Entre los asistentes, estaba el cardenal Michael Michai Kitbunchu, de 90 años.
En el encuentro, participaron religiosos que atienden éste y otros hospitales de la zona, como las hermanas de San Pablo de Chartres o los Camilianos.
El director del Hospital St Louis lo saludó en nombre de todos. Recordó que como hospitales católicos respetan la dignidad de todas las personas, y que no distinguen entre pacientes ricos y pobres.
El Papa les dio las gracias y recordó que donde hay caridad, allí está Dios; y que no tienen que tener miedo a cambiar de planes para ayudar a una persona.
FRANCISCO
“Deben ir más allá, abiertos a lo imprevisible. Recibir y abrazar la vida como llega a la emergencia del hospital para ser atendida con una piedad especial, que nace del respeto y amor a la dignidad de todos los seres humanos”.
Como regalo el Papa entregó una copia de un fresco de la Virgen María, que estaba en las calles de Roma.
Luego, el Papa se marchó para visitar en privado a algunos pacientes de este hospital.
...aunque algunas personas no querían que se marchara tan deprisa...
Javier Martínez-Brocal