El anuncio lanzado el lunes por Estados Unidos ha provocado una cascada de reacciones, también desde la Santa Sede.
Desde Washington, el Secretario de Estado Mike Pompeo dijo que su país ya no considera que las colonias israelíes en Cisjordania sean de por sí contrarias al Derecho internacional.
MIKE POMPEO
Secretario de Estado, Estados Unidos
“La conclusión de que ya no reconoceremos los asentamientos israelíes como incompatibles 'per se' con el derecho internacional se basa en los hechos, la historia y las circunstancias singulares que presenta el establecimiento de asentamientos civiles en Cisjordania”.
Como respuesta, la Santa Sede emitió este comunicado. Dice que la decisión “amenaza con socavar aún más el proceso de paz israelípalestino y la ya frágil estabilidad regional”.
Señala que “la Santa Sede apoya el derecho del Estado de Israel a vivir en paz y seguridad dentro de las fronteras que le reconoce la comunidad internacional, pero el mismo derecho pertenece al pueblo palestino y debe ser reconocido, respetado y aplicado”.
También el portavoz del Secretario General de la ONU rechaza la decisión del gobierno de Estados Unidos. Recuerda que el Consejo de Seguridad ya se pronunció en 2016. Gracias a la abstención del gobierno en funciones de Estados Unidos, se pudo llegar a una resolución que declaraba que los asentamientos en Cisjordania no tienen validez legal.
STEPHANE DUJARRIC
Portavoz del Secretario General de las Naciones Unidas
“La Resolución afirma que los asentamientos israelíes constituyen una violación flagrante del derecho internacional, un obstáculo importante para el logro de la solución de los dos estados y una paz global justa y duradera. Y esa sigue siendo la posición del Secretario General”.
Esta polémica decisión de la administración Trump se suma a la tomada en 2017, cuando reconoció Jerusalén como capital de Israel, lo que generó tensiones en la comunidad internacional.
Javier Romero
