Francisco iniciará este martes su viaje número 32 y el segundo al Extremo Oriente. Visitará Tailandia y Japón.
El objetivo es triple: por un lado, mostrar cercanía a las minorías cristianas de la zona; por otro, fomentar el diálogo entre religiones; y por último, hablar de paz mundial.
En Bangkok visitará al patriarca supremo de los budistas y se reunirá con el rey Rama X. Contará con una traductora particular: su propia prima, que desde hace más de 50 años es misionera allí. También utilizará medios ecológicos para los desplazamientos, un coche eléctrico.
El sábado, de viaje hacia Japón, el Papa y sus acompañantes sobrevolarán China, Hong Kong y Taiwan.
En Tokio, se reunirá con el nuevo emperador Naruhito.
También visitará la “zona cero” de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki para rezar por la paz en el mundo. Allí saludará a los familiares del fotógrafo americano John O'Donnell, que retrató las consecuencias de la tragedia. Una de sus fotos impactó profundamente al Papa y la ha regalado en varias ocasiones.
Juan Pablo II visitó Tailandia en 1984 y Japón en 1981. Allí advirtió de los peligros seguir sistemas de vida centrados en la eficacia, porque dijo que pueden provocar un gran vacío interior en las personas.