Un año más, el Papa Francisco cumplió con la que ya es casi una tradición: visitar este ambulatorio.
Pero por fortuna no fue por razones de salud. Se trata del centro médico provisional habilitado por tercer año consecutivo junto a la plaza de San Pedro con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres.
Una vez dentro el Papa saludó al personal sanitario que trabaja de forma voluntaria en este ambulatorio que ofrece distintas especializades médicas.
También se detuvo con algunos usuarios como esta mujer que estaba especialmente conmovida.
Hubo, cómo no, tiempo para selfies y para fotos. Y también para más saludos.
El año pasado este ambulatorio atendió a unas 2.000 personas en una semana. Fue crucial especialmente para salvar la vida de tres personas que llegaron con síntomas de haber sufrido un infarto.
Sin salir de las inmediaciones de la plaza, Francisco visitó después este centro del Vaticano para personas sin hogar. Saludó con cariño a esta anciana que se vio obligada a vivir en la calle al perder su casa.
Después el Papa repartió más saludos mientras conocía las instalaciones donde podrán ser alojadas 50 personas, aunque si es necesario, entrarán más durante los días más duros del invierno.
La visita de Francisco concluyó con esta merienda compartida con algunos de los trabajadores y usuarios de este nuevo hogar de acogida que ha llevado las periferias hasta el corazón de la plaza de San Pedro.
Ángeles Conde