“Es estupendo verlo. Gracias”.
Por sexta vez se reúnen en el Vaticano. El primado de la Iglesia anglicana visitó a Francisco para presentarle al nuevo director del Centro anglicano de Roma, el arzobispo Ian Ernest. Fue un encuentro cordial en el que hablaron de la situación de los cristianos en el mundo, especialmente, en Sudán del Sur.
Justin Welby trajo regalos al Papa. Le mostró los resultados de un proyecto de la Iglesia anglicana para la Amazonia, y le contó que han plantado 100 árboles en su nombre.
Francisco entregó al arzobispo esta placa que dice “El desierto se convertirá en un jardín”. E inmediatamente dijo esto.
“Sudán del Sur”.
Y Justin Welby explicó esto.
“Hemos acordado que visitaremos Sudán del Sur en marzo”.
Un viaje que se producirá en 2020 en el caso de que, tal y como estipula el acuerdo de paz, ya funcione el gobierno de unidad en el que estarían incluidos tanto Salva Kiir como Riek Machar, las dos partes enfrentadas en la guerra civil.
Precisamente Welby y el Papa han mantenido su encuentro en el mismo lugar en el que se produjo este impactante momento el pasado abril durante el retiro de oración por la paz en Sudán del Sur. Fue cuando Francisco se arrodilló para besar los pies de los dos líderes que llevaron al país a la guerra civil.
Después el arzobispo de Canterbury se interesó por este Cristo de San Damián, la imagen que habló a Francisco de Asís.
El encuentro concluyó con esta foto y con más regalos. El nuevo representante del arzobispo de Canterbury en Roma es experto en diálogo interreligioso. Trabajó activamente en este campo con los católicos de Islas Mauricio. A partir de ahora lo hará con el Vaticano.
Ángeles Conde
