Francisco se reunió con la Federación Internacional de Universidades Católicas que celebra en Roma un congreso sobre los nuevos desafíos que afrontan estas instituciones educativas.
El Papa reflexionó sobre cómo estos desafíos afectan a la misión de la universidad. Por eso, recordó a los docentes que son responsables, no solo de la formación de buenos profesionales, sino también de los futuros protagonistas del bien común.
FRANCISCO
“En este horizonte, la universidad tiene una conciencia, pero también una fuerza intelectual y moral cuya responsabilidad va más allá de la persona que ha de educar y se extiende a las necesidades de toda la Humanidad”.
Francisco insistió en que la educación de los líderes del mañana no solo debe centrarse en sus mentes sino también en el desarrollo de sus corazones y sus conciencias. El saber científico y tecnológico debe combinarse con la sensibilidad, sobre todo, en el caso de las universidades católicas.
FRANCISCO
“Una educación reducida a mera instrucción técnica, o a mera información, se convierte en una alienación de la educación. Creer que podemos transmitir conocimientos abstrayendo de ellos la dimensión ética, sería como renunciar a educar”.
Por último, Francisco les pidió que contribuyan a crear una comunidad académica internacional más unida para favorecer el desarrollo cultural de los individuos y de los pueblos.
También el Papa tuvo un especial recuerdo hacia el cardenal John Henry Newman, patrón de esta Federación Internacional de Universidades Católicas.
