Como cada año, el Papa Francisco visitará un cementerio el 2 de noviembre para rezar por los todos los difuntos.
Irá a las Catacumbas de Priscila en Roma, uno de los cementerios paleocristianos más antiguos de la Ciudad Eterna. Allí celebrará una Misa a las 4 de la tarde por todos los difuntos.
Estas catacumbas contienen frescos de gran importancia, que dan testimonio de los primeros cristianos. Tiene la representación más antigua de la Virgen María, un fresco del siglo III.
FRANCISCO
“Regresemos a casa hoy con este doble recuerdo: el recuerdo del pasado, de los seres queridos que ya no están. Y el recuerdo del futuro, del camino que recorreremos”.
En años anteriores, el Papa Francisco visitó un cementerio para los no nacidos, el cementerio militar estadounidense de Nettuno, dedicado a soldados y enfermeras que murieron en la Segunda Guerra Mundial, así como los cementerios romanos del Verano y Prima Porta.
También, el Papa visitará las tumbas de sus predecesores. Y el 4 de noviembre celebrará una Misa en la basílica de San Pedro por todos los obispos y cardenales que murieron durante el último año.