El Papa clausuró los trabajos del Sínodo. Dijo que preparará un documento magisterial a partir de las conclusiones de estos días. Y pidió a los católicos que tengan en cuenta todas las dimensiones de la realidad amazónica, y no sólo las propuestas concretas del documento.
FRANCISCO
“El peligro puede ser que se entretengan, quizás es un peligro, no digo que lo hagan, pero la sociedad lo pide a veces, en a ver qué decidieron en esta cuestión disciplinar, qué decidieron en otra, ganó este partido, perdió este... en pequeñas cosas disciplinares, que tienen su trascendencia, pero que no harían el bien que tiene que hacer este sínodo: que la sociedad se haga cargo del diagnóstico que nosotros hemos realizado”.
En su última jornada de trabajos, el sínodo ha votado punto por punto el documento final.
Uno de los puntos menciona la posible ordenación de hombres casados para atender a comunidades en zonas remotas. Recuerda que en algunas zonas pasan años sin que pueda llegar un sacerdote. La medida se podría aplicar sólo a quienes antes hayan sido diáconos permanentes “de un modo fecundo”.
De los 181 participantes, 128, más de dos tercios la han apoyado, y 41 se han opuesto. 12 se han abstenido.
También el sínodo propone impulsar el papel de la mujer en la Iglesia, creando un nuevo ministerio específico llamado “la mujer dirigente de la comunidad”. Algo que casi todos han apoyado. (160 SÍ / 11 NO)
La asamblea votó sobre la posibilidad de instituir “diaconisas”. De los 181 participantes, 137 la apoyaron, y 30 la rechazan.
El Papa en su discurso aseguró que retomaría la comisión de estudio sobre el antiguo diaconado femenino para ver si es posible introducirlo.
FRANCISCO
“Asumo el pedido de re-llamar a la comisión, o quizá abrirla con nuevos miembros para seguir estudiando cómo existía en la Iglesia primitiva el diaconado permanente”.
“Recojo el guante que han puesto por allí, “y que seamos escuchadas”, recojo el guante”.
El documento final toca muchos otros temas decisivos para la Amazonia, como el narcotráfico, las migraciones o la marginación de los jóvenes indígenas en las grandes ciudades.
Javier Martínez-Brocal