“Los hijos de la selva te alabamos, Señor. Los pobres y olvidados con ansias de ser libres”. Con este cántico recibieron al Papa unos 40 líderes, en su mayoría mujeres, de varias comunidades indígenas del Amazonas.
Francisco se sentó con ellos para escuchar sus vivencias y sus impresiones sobre el sínodo.
También recibió muchos regalos, detalles en agradecimiento por la convocatoria de la asamblea sinodal. Quizá uno de los obsequios más llamativos y simbólicos fue este.
“El Papa es indígena, el Papa es amazónico”, le decían a Francisco después de haberse colocado estas plumas en la cabeza.
Durante el encuentro, el Papa les explicó que el Evangelio es como una semilla que toma las características de la tierra en la que cae. Por eso, destacó la importancia de la inculturación para que los pueblos reciban el anuncio de Jesús con su propia cultura. Francisco también advirtió a estos líderes indígenas de los peligros de las nuevas formas de colonialismo.
El encuentro concluyó con esta simpática foto de grupo.
Ángeles Conde