La ONU ha conmemorado en Roma la Jornada Mundial de la Alimentación, pues aquí está la sede de la FAO que se ocupa de esta emergencia global.
Este año propone dar “una alimentación sana para un mundo #HambreCero”.
Y es que una de cada 9 personas pasa hambre, casi siempre a causa de guerras, crisis climática y marginalización.
Francisco ha enviado un mensaje a la cumbre y ha pedido que e escuche “el grito” de estas personas que sufren hambre y malnutrición. Su representante oficial leyó el texto.
FERNANDO CHICA ARELLANO
Observador Permanente ante la FAO
“No podemos olvidar que lo que acumulamos y desperdiciamos es el pan de los pobres”.
Francisco alerta sobre la dieta de los “pueblos de opulencia” y los desequilibrios vinculados a ella, como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y degenerativas. Además del creciente número de muertes por anorexia y bulimia.
El director general de la FAO, el chino Qu Dongyu, agradeció el mensaje. En su discurso avisó de que el hambre y la malnutrición serán los principales obstáculos para cumplir los objetivos de desarrollo de 2030.
A pesar del hambre, cada años se tiran mil millones de toneladas de comida. Por eso, la ONU dice que el primer paso es cambiar los hábitos de producción y consumo, para evitar el derroche.
Algo que depende de cada persona, y no sólo de las instituciones.