También esta semana el Papa ha pedido a varios pequeños peregrinos que le acompañaran en el papamóvil durante su recorrido por la plaza.
El Papa se ha detenido varias veces, por ejemplo, para firmar una pañoleta...
...para beber mate...
...o para bendecir a los bebés.
En la audiencia general ha continuado su catequesis sobre el Libro de los Hechos de los Apóstoles. Ha recordado la figura de Saulo de Tarso, un radical antes de su conversión.
FRANCISCO
El joven Saulo es presentado como un intransigente, uno que manifiesta intolerancia hacia quienes piensan diferente a él. Absolutiza su identidad política o religiosa y reduce al otro a un potencial enemigo que hay que combatir.
El Papa ha recordado que tras su conversión, San Pablo comprendió y enseñó que no se deben combatir las personas, sino el mal que inspira sus acciones.
FRANCISCO
¿Cómo vivo mi vida de fe? ¿Salgo al encuentro de los otros o estoy contra los otros? ¿Pertenezco a la Iglesia universal, con buenos y malos, todos, todos, o a una ideología selectiva? ¿Adoro a Dios o adoro las formulaciones dogmáticas? ¿Cómo es mi vida religiosa? ¿La fe en Dios que profeso me hace amigable u hostil hacia quienes son diferentes de mí?
El Papa no mencionó las duras críticas contra el Sínodo de la Amazonia, pero probablemente pensaba en ellas cuando lamentó el modo ideológico de defender a la Iglesia, atacando a las personas.
FRANCISCO
¡Golpear a un miembro de la Iglesia es golpear a Cristo! También quienes lo hacen porque son ideológicos, porque quieren la “pureza” de la Iglesia, golpean a Cristo.
Antes de marcharse, el Papa saludó a las parejas de recién casados que había en la plaza. Dijo que los llama “los valientes”, porque han tenido el coraje de formar una nueva familia.
Javier Martínez-Brocal