Estamos en la “Chiesa Nuova” de Roma, el complejo fundado por san Felipe Neri con el que intentaba impulsar y mejorar la catequesis de esta gran ciudad.
John Henry Newman, el gran santo inglés que será canonizado en octubre, decidió que este sería el modelo para su fundación en Inglaterra.
SIMONE RAPONI
Congregación del Oratorio
“Comprendió que el oratorio de San Felipe Neri era un lugar donde, por una parte se prestaba mucha atención a la dimensión cultural, una gran dedicación al descubrimiento de la verdad. Y por otra parte se desarrollaba una gran actividad pastoral, una actividad pastoral directa con las personas, con el pueblo. Y esta unión de cultura y atención a las almas para él era fundamental”.
A John Henry Newman le gustó mucho esta iglesia, en la que veneró los restos de san Felipe Neri. Paseaba por lugares como este patio de naranjos. Y aquí, sobre todo, se entusiasmó con la regla del fundador de la Congregación del Oratorio.
SIMONE RAPONI
Congregación del Oratorio
“Para él, la entonces llamada educación liberal, la que nosotros definimos como educación humanística, era importantísima. Y encontró en San Felipe, en el Oratorio, un canal privilegiado para ponerla en práctica”.
La actividad cultural y formativa de los “oratorianos” se mantiene en este centro de Roma.
Gran parte del complejo, entre ellas una magnífica biblioteca, les fue expropiado hace unos 150 años durante la unificación italiana.
Pese a todo, actualmente, junto a Simone Raponi viven aquí otros ocho sacerdotes oratorianos que mantienen el espíritu que entusiasmó a Newman, y que el futuro santo llevó a Inglaterra tras convertirse al catolicismo.
A día de hoy, unos 500 sacerdotes trabajan en decenas de oratorios como este, que siguen la estela de san Felipe Neri y del cardenal John Henry Newman.