Tras la Misa del domingo en la que el Papa rezó para que los emigrantes y refugiados no sean excluidos de la sociedad, Francisco dio una sorpresa.
FRANCISCO
“Dentro de poco inauguraré una escultura que tiene como tema estas palabras de la Epístola a los Hebreos: “No olvidéis la hospitalidad: algunos, practicándola, sin saberlo han acogido a ángeles”.
Luego, se acercó hasta uno de los extremos de la plaza. para asistir a la inauguración.
Allí, cinco emigrantes, entre ellos una madre que llevaba a su hijo dormido a cuestas, descubrieron la nueva escultura titulada “Ángeles sin saberlo”.
Es espectacular, de bronce y arcilla. Está formada de 140 estatuas a tamaño natural y cada una tiene el rostro de un emigrante actual o del pasado, todos en la misma barca.
Su autor , el artista Timothy Schmalz se la explicó al Papa.
“He estado un año esculpiendo sin parar”.
Hay desde irlandeses que escaparon del hambre, hasta refugiados de Siria. O un judío que escapa de los nazis, o un mexicano que quiere atravesar la frontera.
El benefactor que la ha financiado, explicó al Papa por qué lo hizo.
“Si esto es importante para usted, es importante para nosotros”.
Francisco la miró detenidamente, y luego se marchó visiblemente satisfecho.
La estatua estará unos meses en la plaza, y luego viajará por muchos países del mundo. Será una escultura emigrante.
Javier Martínez-Brocal