A las 10:30 de la mañana del domingo 29 de septiembre, el Papa celebrará una misa por los más de 70 millones de migrantes y refugiados que hay en el mundo.
Se trata de la Jornada Mundial que cada año desde 1914 la Iglesia católica les dedica.
Además de la Misa, el Papa prepara un gesto simbólico importante para que el espíritu de esta Jornada permanezca durante mucho tiempo.
En el mensaje que el Papa escribió para preparar este día, subrayó que “no se trata solo de migrantes sino de nuestros miedos”. Explicaba que es “legítimo” sentir “temor” ante lo desconocido pero que “el problema está cuando estos miedos condicionan nuestro modo de pensar y de actuar hasta el punto de convertirnos en intolerantes, cerrados, y quizás, sin que nos demos cuenta, en racistas”.
En julio el Papa celebró una Misa por los migrantes que han fallecido intentado escapar del la violencia, el hambre o la miseria.
Fue por el 6º aniversario de su primer viaje como Papa, cuando visitó la isla de Lampedusa. Éste es uno de los principales puertos de destino para miles de refugiados que cada año intentan cruzar desesperadamente el Mediterráneo para llegar a Europa.