El primer evento de Francisco en Madagascar fue el encuentro con el presidente y las autoridades civiles del país. Es costumbre que los primeros encuentros que el Papa mantiene cuando visita una nación sean con los representantes políticos y sociales y con el cuerpo diplomático.
El presidente fue el primero que tomó la palabra. Dio con emoción la bienvenida al Papa y dijo que su visita era un signo de que Madagascar no ha quedado en el olvido.
“Santidad, aquí está en tierra amiga, está en su casa. Mi casa es tu casa”.
En su discurso, el Papa insistió en la necesidad de una política al servicio del bien común, especialmente, de los ciudadanos más vulnerables.
FRANCISCO
“Los aliento a luchar con fuerza y determinación contra todas las formas endémicas de corrupción y especulación que aumentan la disparidad social, y a enfrentar las situaciones de gran precariedad y exclusión que producen siempre condiciones de pobreza inhumana”.
El desarrollo integral de la persona debe ir acompañado por el cuidado de la casa común, aseguró Francisco. Explicó que es necesario encontrar un equilibrio para preservar la naturaleza y asegurar que las personas puedan vivir dignamente.
FRANCISCO
“Vuestra hermosa isla de Madagascar es rica en biodiversidad vegetal y animal, y semejante riqueza se encuentra particularmente en peligro por la deforestación excesiva en beneficio de unos pocos; su degradación compromete el futuro del país y el de nuestra casa común”.
“Es importante entonces crear empleos y actividades generadoras de ingresos, que preserven el medio ambiente y ayuden a las personas a salir de la pobreza”.
Para que esto sea así, el Papa dijo que Madagascar necesita la ayuda de la comunidad internacional pero que, al mismo tiempo, los malgaches han de ser protagonistas de su proprio desarrollo.
FRANCISCO
“Si tomamos parte de un proceso donde respetemos las prioridades y formas de vida autóctonas y donde se cumplan las expectativas de los ciudadanos, lograremos que la ayuda proporcionada por la comunidad internacional no sea la única garantía del desarrollo del país; será el propio pueblo quién se hará cargo gradualmente de sí mismo convirtiéndose en artesano de su destino”.
El encuentro concluyó con las canciones de este coro infantil....
…. y con este gesto: el presidente y el Papa plantaron un baobab, el árbol por excelencia del continente africano.