El Colegio de Cardenales perdió a un miembro: Achille Silvestrini, quien falleció en Roma a los 95 años de edad.
Fue un purpurado de larga trayectoria diplomática. Preparó algunos viajes papales delicados como el de Nicaragua y El Salvador en 1983, o Polonia en 1987. También estuvo en Argentina a causa de la guerra de las Malvinas en el 82.
Achille Silvestrini fue creado cardenal en 1988 por Juan Pablo II. Tres años más tarde fue nombrado prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales. Estuvo al frente de este dicasterio durante 9 años, hasta el año 2000, cuando renunció por límite de edad.
Tras su fallecimiento quedan 215 cardenales, de los cuales 118 son electores.