Era la mañana del 14 de agosto de 2018 cuando estas imágenes conmocionaron a todo el mundo.
Una sección de 200 metros del viaducto Polcevera, mejor conocido como Ponte Morandi, en Génova, colapsó.
El incidente costó la vida de 43 personas, en su mayoría familias que iban o regresaban de vacaciones.
Francisco ha querido solidarizarse con ellos a través de un mensaje. En él expresa que no tiene respuestas ante esa tragedia. Dice que 'Ante eventos de este tipo, el dolor por las pérdidas sufridas es insoportable y no es fácil de calmar, como también es comprensible el sentimiento de no resignación ante un desastre que podría haberse evitado'.
El Papa dijo que al pensar en Génova piensa en su puerto, lugar en el que su padre partió a Argentina.
Francisco recalcó la voluntad, trabajo y esperanza de los genoveses.
De momento, continúan las labores para la construcción de un nuevo viaducto que se espera que pueda ser transitado en primavera.