Se cumplen 6 años de la desaparición del jesuita italiano Paolo Dall'Oglio. La última vez que se supo de él se disponía a entrar en Raqqa, la ciudad que se convertiría en la capital siria del terrible califato del autoproclamado Estado Islámico. El sacerdote quería mediar en la liberación de varios rehenes, entre ellos, dos obispos sirios.
GIOVANNI DALL'OGLIO
Hermano padre Paolo Dall'Oglio
“Se puede pensar que ha arriesgado, que ha hecho cosas que no debía hacer... Paolo ha hecho lo que tenía que hacer. Fue porque tenía que intentar la liberación, tenía que hacerse instrumento de comunicación, un puente”.
IMMACOLATA DALL'OGLIO
Hermana padre Paolo Dall'Oglio
“Seguramente Paolo hubiera querido que se le recordara para hacer un llamamiento a la responsabilidad de todos con el fin de que se pueda cerrar esta triste página de la historia internacional que es la guerra en Siria”.
Son los hermanos del jesuita secuestrado. Le han recordado en Roma durante esta conferencia de prensa. Dicen que el silencio en torno a Paolo no significa que esté muerto. Muy al contrario, conservan viva la esperanza aunque aseguran que echan en falta más información de la que tienen y han tenido.
IMMACOLATA DALL'OGLIO
Hermana padre Paolo Dall'Oglio
“La esperanza está viva porque estamos llenos de esperanza, incluso teniendo en cuenta lo que pueda haberle sucedido. Probablemente, y más allá de hablar de esperanza, necesitamos información y justicia”. “A veces cualquier cosa puede suceder, cualquier cosa, pero el destino de Paolo ya no depende de nosotros. Depende de Otro, con mayúsculas”.
Durante toda esta amarga espera han contado con el apoyo de muchas personas, anónimos y conocidos, que han expresado su cariño por el padre Dall'Oglio y el reconocimiento por su trabajo por tender lazos de fraternidad con el Islam.
Los hermanos recuerdan especialmente sus encuentros con el Papa Francisco. El más reciente y, al que también asistió la anciana madre del sacerdote, antes de su viaje a Abu Dhabi.
FRANCESCA DALL'OGLIO
Hermana padre Paolo Dall'Oglio
“Escuchar al Santo Padre y poder verlo es una riqueza enorme y una suerte porque hay muchas personas a las que les gustaría sentir esta cercanía”.
Raqqa, la ciudad siria donde Paolo Dall'Oglio fue secuestrado, fue liberada del Estado Islámico en 2017. Sin embargo, la situación allí sigue siendo muy inestable y no se ha podido aún recabar información sobre el paradero de los rehenes de los yihadistas.