Durante el Ángelus, el Papa no olvidó que en ese día se cumplían 50 años de la llegada del hombre a la Luna.
FRANCISCO
Que el recuerdo de este gran paso para la humanidad pueda encender el deseo de progresar juntos hacia objetivos aún mayores: más dignidad para los débiles, más justicia entre los pueblos, más futuro para nuestra casa común.
Francisco reflexionó sobre el Evangelio del día. En él se explica cómo el cristiano debe encontrar en su jornada un tiempo especial dedicado solo a Dios.
FRANCISCO
Se trata de hacer una pausa durante la jornada, de recogerse en silencio, durante algunos minutos, para hacer espacio al Señor que “pasa” y encontrar la valentía de permanecer un poco apartados con Él.
El Papa dijo que esta es la clave para no perder la sintonía con Dios y para que las ocupaciones cotidianas no perjudiquen a las necesidades espirituales.