El Papa Francisco ha escrito al presidente sirio Bashar al-Assad porque le preocupa la situación humanitaria de la población civil.
La carta se la han entregado en mano dos cardenales: Peter Turkson y el actual nuncio en Damasco, Mario Zenari.
El texto no se ha dado a conocer, pero sí se sabe que el Papa denuncia las dramáticas condiciones de la población en Idlib. De sus 3 millones de habitantes, 1.3 millones han tenido que escapar a campos de refugiados como este. Es el campo de Al-Hol, en el Noreste del país.
Unicef denuncia que el 90% de la población son mujeres y niños, y que es muy complicado hacerles llegar ayuda humanitaria.
En su carta, el Papa propone a Assad gestos concretos para reconciliar al país: que haga posible condiciones para un regreso seguro de los desplazados y los exiliados, la liberación de las decenas de miles de presos políticos; y que se informe a familiares de detenidos sobre su situación.
Le pide también que proteja la vida de los civiles y la situación de escuelas y hospitales.
A lo largo de estos más de 8 años de conflicto, la Santa Sede ha insistido en la necesidad de buscar una solución política viable para poner fin al conflicto, superando los intereses partidistas.