La absolución y liberación de Asia Bibi después de casi 9 años de interminable proceso judicial ha sido un hito en la historia de Pakistán. También una luz de esperanza para todas las víctimas de la ley antiblasfemia, en especial, para las cristianas.
La vida no es fácil para la pequeña comunidad cristiana en Pakistán, que solo representa el 2 por ciento de entre unos 200 millones de habitantes.
CARD. JOSEPH COUTTS
Arzobispo de Karachi, Pakistán
“En ocasiones es posible encontrarse solo con fanáticos que van demasiado lejos. Pasa en las escuelas donde se dice: “no comas junto a ese niño, es cristiano”, “no bebas agua de la misma fuente”. Sucede especialmente en los pueblos. No todos los fanáticos están en el mismo lugar, pero ese tipo de cosas nos desafían a diario”.
El cardenal Joseph Coutts, arzobispo de Karachi, visitó Europa invitado por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada para explicar cuáles son las dificultades para los cristianos de Pakistán y por qué es importante escuchar su voz.
CARD. JOSEPH COUTTS
Arzobispo de Karachi, Pakistán
“Vivimos en ese tipo de tensión, pensando en cuándo va a pasar algo de nuevo o dónde va a pasar. Pero he de decir que el gobierno nos está dando protección y hay grupos de musulmanes que nos ayudan cuando hay problemas de este tipo”.
El cardenal es conocido por su labor a favor del entendimiento mutuo y la convivencia con musulmanes e hindúes. Un diálogo que la Iglesia intenta promover con hechos a través de numerosas obras al servicio de todos los ciudadanos de Pakistán, sea cuál sea su religión o estatus social.
CARD. JOSEPH COUTTS
Arzobispo de Karachi, Pakistán
“Si vienes al hospital Sagrada Familia de Karachi, un hospital católico, encontrarás 2 o 3 médicos católicos. El resto son musulmanes e incluso hay alguno hindú. Todos trabajamos juntos”.
“Tenemos que continuar siendo testigos con nuestras propias vidas y mostrar a nuestros hermanos musulmanes que estamos para ayudarlos y queremos que ellos nos ayuden también. Algo que están haciendo muchos musulmanes”.
Por eso reconoce con admiración la fortaleza y la fe de los cristianos de Pakistán, pese a las amenazas y ataques que han recibido a lo largo de los años. Recuerda que, en 2001 cuando Estados Unidos atacó Afganistán, los radicales islámicos en represalia, atentaron contra los cristianos pakistaníes, a los que identificaban con Occidente.
CARD. JOSEPH COUTTS
Arzobispo de Karachi, Pakistán
“Después de algunos días hubo personas que se acercaron para preguntarme si habría misa de Navidad. Yo les expliqué que aun no habíamos decidido pero que estábamos pensando en lo mejor para su seguridad. Entonces una de estas personas me dijo:“No cancele la misa. Es Navidad y tenemos que celebrarlo. Si los terroristas quieren matarnos, es mejor morir en la iglesia que en casa””.
'Admiro a estas personas por su fe. Muchas veces son los más pobres”.
La Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Pakistán tiene constancia de 25 casos de cristianos en prisión debido a la ley antiblasfemia. Desde que se aprobara en 1986 esta norma, al menos 224 cristianos han sufrido sus injustas consecuencias.