El Papa Pablo VI visitó el Observatorio Astronómico Vaticano para seguir en directo la llegada del hombre a la luna.
Allí observó la luna con un telescopio y siguió por televisión el alunizaje.
Luego envió un saludo en el que reconoció el mérito de quienes habían trabajado en este proyecto.
Pocos saben que los astronautas del Apolo 11 dejaron en la luna una lámina con mensajes de jefes de Estado. De parte del Papa Pablo VI escribieron el Salmo 8:
“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido, digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides?”.
Los Papas y los astronautas se han visto a menudo.
Benedicto XVI se conectó en 2011 con la Estación Espacial Internacional, y se divirtió viendo los efectos de la falta de gravedad.
También Francisco mantuvo un encuentro similar en 2017.
Unos meses más tarde, se reunió con ellos en el Vaticano. Los astronautas le trajeron una sorpresa: un traje espacial auténtico y personalizado.
“Hemos decidido que, como dicen que 'El hábito hace al monje', le regalamos un uniforme de vuelo igual que el nuestro”.
“¡Qué bueno! ¡Y usted me organiza el viaje!”.
Una historia que comenzó aquella noche en Castel Gandolfo, cuando el Papa quiso ver en directo a la llegada del hombre a la luna.