El arzobispo mayor de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana ha invitado al Papa a Ucrania.
Tras cinco años de guerra en el Donbas, sueña con que la presencia de Francisco en la región sirva para denunciar esta guerra olvidada y traiga nuevos vientos de paz.
ARZ. SVIATOSLAV SHEVCHUK
Arzobispo Mayor, Iglesia Greco-Católica Ucraniana
“Desde hace cinco años, Ucrania es víctima de una guerra que el Papa ha llamado una guerra híbrida, que no sólo se hace con armas extranjeras, sino también con desinformación, con la distorsión de la verdad”.
“La visita del Santo Padre a Ucrania sería una posibilidad muy elocuente y simbólica de poner fin a esta guerra. Es la opinión de muchos, no sólo de los católicos”.
El viaje ha sido una de las propuestas de los dos días de reuniones de representantes de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana con el Papa y con autoridades del Vaticano, de la que el arzobispo mayor ha salido muy satisfecho.
Llegaron con la preocupación sobre el papel de las Iglesias católicas orientales, y regresan a casa con un proyecto de futuro.
ARZ. SVIATOSLAV SHEVCHUK
Arzobispo Mayor, Iglesia Greco-Católica
Muchos se preguntan esto: Con la condena del 'uniatismo' como método para lograr la unidad plena y visible de la Iglesia de Cristo, ¿qué ocurre con las Iglesias católicas orientales? El Papa dio una respuesta más que clara, elocuente y simbólica. El Papa quiere que nuestra Iglesia, pero también las demás Iglesias católicas orientales, se 'desarrollen y florezcan'”.
El arzobispo mayor considera también que una de sus principales misiones es construir buenas relaciones con la Iglesia ortodoxa.
Explica que en los últimos cinco años no ha podido avanzar en el diálogo con los ortodoxos de su país que dependen del Patriarcado de Moscú; pero que él sigue llamando a sus puertas, porque no se considera un rival.
ARZ. SVIATOSLAV SHEVCHUK
Arzobispo Mayor, Iglesia Greco-Católica Ucraniana
“No queremos ser obstáculo, sino catalizadores del ecumenismo. No sólo queremos entender por qué hay dificultades entre nosotros, sino que queremos ser los primeros en anunciar esta necesidad vital de unidad cristiana, de la que hay que dar testimonio. Consideramos que la misión ecuménica forma parte de la identidad de una Iglesia católica oriental”.
La Iglesia Greco-Católica Ucraniana es la segunda tradición católica más numerosa, después de la latina. Cuenta con entre 6 y 10 millones de fieles, especialmente en Ucrania, pero también en Polonia, Canadá, EE.UU. y Brasil.