Este mes de julio, Francisco ha pedido a los cristianos que recen por la integridad de los que administran justicia. Además, pide a los jueces y a las personas comprometidas con la ley que no abusen de su responsabilidad.
Dice que los jueces deben imitar “el ejemplo de Jesús, que no negocia nunca la verdad”. También deben ser independientes y mantenerese 'alejados del favoritismo” y “de las presiones que puedan contaminar las decisiones que ellos tienen que tomar'.
Según las Naciones Unidas, el sistema judicial es una de las principales víctimas de la corrupción. Este documento también explica que los que más sufren estas injusticias son los más pobres.