“Santo Padre, ¡que alegría!”
Las visitas Ad Limina suelen ser muy protocolares, pero hay muchas recepciones como en esta de los obispos australianos.
“Todavía me recuerdo de su bella predicación”.
“¿Ah sí?”
“Gracias”.
Muchos llevaron imágenes para bendecir, incluso una fotografía de este convento que impulsa la Iglesia local.
“Bendiga esta imagen.”
También, un grupo de niños le enviaron una colorida carta al Papa.
Al encuentro asistió Monseñor Bosco Pathur, de la comunidad siro-malabar, del rito sirio oriental, en comunión con la Iglesia de Roma.
Pero durante la reunión un presente se llevó la atención de todos los asistentes. Un regalo perfecto para el verano romano.
“Un sombrero australiano, el Papa argentino pero con un sombrero australiano.”
“Gracias.”
“Le queda muy bien.”
Aunque Francisco no domina muy bien el ingles prefirió hablar en italiano.
“Hablaré en italiano”.
En el caluroso encuentro seguramente mencionaron la situación del cardenal George Pell, que está en la cárcel, tras ser acusado de abusos. En estas semanas el tribunal está valorando su recurso de apelación.
La visita terminó con una fotografía de todos los obispos australianos junto al Papa.