El Vaticano ha publicado el Mensaje del Papa para la Jornada Mundial de los Pobres que tendrá lugar el próximo 17 de noviembre y que lleva por título “La esperanza de los pobres nunca se frustrará”.
En él Francisco lamenta “las numerosas formas de esclavitudes a las que están sometidos millones de hombres, mujeres, jóvenes y niños” que carecen de lo necesario. Y critica con contundencia que los pobres sean tratados como “desperdicios” o “parásitos de la sociedad a los que no se les perdona ni siquiera su pobreza”.
El arzobispo Rino Fisichella, presidente del Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, presentó este mensaje en el que el Papa invita a encontrarse con los pobres, que no son números sino personas.
ARZ. RINO FISICHELLA
Presidente, Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización
“Lo más importante es nuestra presencia, nuestra solidaridad y ayuda para descubrir lo que es esencial en el Evangelio”.
Como ha hecho en los años precedentes, para esta Jornada Mundial de los Pobres, el Vaticano también habilitará un dispensario médico en la plaza de San Pedro donde las personas necesitadas podrán acudir gratuitamente.
Porque el Vaticano desea que este llamamiento a prestar atención a los más desfavorecidos se concrete en iniciativas que muestren cercanía hacia estas personas.
MONS. GRAHAM BELL
Subsecretario, Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización
“En Europa, por ejemplo, la archidiócesis de Westmisnter ha invitado a escuelas y parroquias a llevar a cabo iniciativas a favor de los pobres”. “En Alemania, la archidiócesis de Berlín organizó un gran almuerzo para las personas pobres y vulnerables de la ciudad en la catedral de St. Hedwig. El templo estaba cerrado por restauración pero se abrió para la ocasión. El arzobispo invitó a 300 personas a comer que fueron servidas por 140 voluntarios de las parroquias”.
El Papa también presidirá una misa con motivo de este día dedicado a las personas pobres e invitará a comer a cientos de ellas en el Aula Pablo VI.
Francisco en su mensaje no ha querido pasar por alto el ejemplo de Jean Vanier, fallecido recientemente. El Papa lo llama “el gran apóstol de los pobres” y asegura que con su testimonio ha ayudado a mirar con otros ojos a las personas más débiles y frágiles.