Los miserioneros son, en muchas ocasiones, los primeros que llegan y los que siempre se quedan cuando otros ya se han ido.
Es lo que narra este documental, “Redentores de cautivos”, la historia de los religiosos españoles que vivieron uno de los peores episodios de la reciente Historia de la Humanidad, el genocidio de Ruanda.
P. JUAN CARLOS MANCEBO
Religioso Mercedario
“Lo más duro fue ver riadas de desplazados llegando a la misión llenos de pánico de horror y algunos cayéndose muertos delante de nosotros. Eso nos dejó tocados. A mí personalmente me dejó tocado. Me dije: aquí hay que dar una respuesta porque las ONGs estaban ausentes y nosotros éramos la única presencia allí”.
El padre Juan Carlos Mancebo tuvo que convertir la misión en un campo de refugiados. Él fue uno de los últimos religiosos en salir de Ruanda, incluso le dieron por desaparecido.
En Ruanda las matanzas étnicas acabaron con la vida de más de 800.000 personas en tan solo 100 días. Los hutus terminaron con el 75 por ciento de la minoría tutsi y lo hicieron a machetazos.
En medio de estas terribles masacres estos religiosos españoles no dudaron de lo que tenían que hacer. Incluso documentaron en vídeo y con fotografías estas atrocidades. Todo ese material forma parte ahora de esta película que quiere además ser un homenaje a su trabajo.
SALVADOR GUTIÉRREZ
Director, “Redentores de Cautivos”
“Esta es una película de esperanza, de amor y de justicia. Nosotros cuando conocimos la historia de estos misioneros, sus vivencias en Ruanda, en Burundi, la guerra y, sobre todo, cuando nos llegan esas imágenes pensamos que había que hacer justicia a esas personas. Han pasado 25 años ya de la guerra de Ruanda y creo que estos misioneros, que algunos tienen ya más de 70 y 80 años, tenían que ser conocidos”.
JOSÉ ANTONIO CAPOTE
Director, “Redentores de Cautivos”
“El proyecto me pareció fantástico. Teníamos que dar repercusión a la labor que habían hecho estas personas”.
25 años después de aquella terrible experiencia, los directores de la cinta consiguieron reunir a 10 de aquellos misioneros que vivieron esta tragedia.
Al menos 160 misioneros españoles trabajaban en Ruanda y Burundi en aquella época. En 1994 todos ellos reciberon el premio Príncipe de Asturias, un importante galardón vinculado al Rey de España.
Los beneficios de la película se destinarán a un proyecto en una prisión de Camerún que gestiona la Orden Mercedaria y que ayuda a los presos y a más de 300 familias.