2019 es ya uno de los años más sangrientos para los cristianos. Prácticamente cada semana son víctimas de un ataque en algún punto del planeta. En Burkina Faso hace unos días un grupo yihadista asaltó una parroquia matando a 6 personas. Días después cuatro cristianos más fueron asesinados durante una procesión.
En Níger el misionero italiano Pierluigi Maccalli permanece en manos de un grupo islamista desde hace 8 meses. La situación no es mucho mejor en Nigeria donde a la violencia de Boko Haram se suma la de los pastores Fulani.
En Oriente Medio pese a la derrota militar del Estado Islámico, la ideología yihadista persiste en amplias zonas de Siria e Irak.
Y en Sri Lanka se sigue intentando recuperar la normalidad tras los terribles atentados de Pascua.
KNOX THAMES
Experto en minorías, Departamento Estado USA
“La persecución religiosa no conoce fronteras y no respeta ningún credo. Afecta a todo el mundo. Desafortunadamente somos testigos de un aumento de la persecución en todo el mundo. Pero la buena noticia es que cada vez hay más gobiernos e instituciones civiles que están intentando responder a este desafío”.
Así lo explicó Knox Thames, experto en minorías religiosas del Gobierno de Estados Unidos, durante este encuentro en Roma en el que se reflexionó sobre la libertad religiosa, una de las libertades más vulneradas en todo el mundo.
SOR CLARE JARDINE
Congregación, Nuestra Señora de Sión
“Existe un desprecio general por la religión en el mundo de hoy. La religiosa es una de las libertades menos consideradas y parece que menos importantes. Por eso, la persecución es común a todas las religiones”.
Sor Clare Jardine pertenece a la Congregación de Nuestra Señora de Sión, una orden religiosa especializada en el diálogo con el pueblo judío. Advierte de que el antisemitismo sigue muy presente.
SOR CLARE JARDINE
Congregación, Nuestra Señora de Sión
“Muchos judíos ahora tienen miedo de usar su vestimenta religiosa, la kipá en el caso de los hombres. También temen colocar la mezuzá en sus puertas, que es una tradición judía, es esa pequeña madera que contiene algunos versículos de las Escrituras. Hay miedo de hacer estas cosas, de mostrar la propia identidad debido a la persecución”.
Precisamente, el repunte del antisemitismo en muchos países es una de las tendencias que preocupan especialmente a Francisco. El Papa ha recordado en muchas ocasiones que un cristiano no puede ser antisemita porque las raíces son comunes.