Millones de personas cada una con su historia particular viajan a la Ciudad Eterna para ver al Papa Francisco. Este es el caso de esta familia peruana.
SANTOS
“Es la primera vez... Es la primera vez y nos ha parecido muy bonito todo, la audiencia con el Santo Padre ha estado muy bien y ya nos vamos de regreso”.
Ambos querían que su hija, Areli, viviese la experiencia de una audiencia general en la Plaza de San Pedro. Aunque no fue como esperaban...
LILI
“Ella creo que por su condición no lo ha pasado muy bien; me parece que ella ha estado más pendiente de estar mirando... Todavía no tiene ese sentimiento hacia el Papa, sabe quién es Jesús y todo ello pero más no sabe”.
Areli reza con su madre y su padre todos los días, pero en momentos de nervios es a él a quien recurre como acto reflejo.
LILI
“Es una alegría que no te puedo explicar, es algo tan emocionante conocer al Papa Francisco en persona. La verdad es que no nos hemos podido fotografiar con él porque no cogimos el sitio adecuado de tanta gente que hay pero la experiencia ha sido muy gratificante, emocionante, muy hermosa”.
Esto para ellos no solo significa haber visto al Papa y la ciudad con más historia del mundo, sino haber experimentado junto a su hija un viaje lleno mil emociones que solo los corazones más sensibles pueden percibir.